A sus 18 años, Tomás Ávila Chávez, tiene claro que quiere dedicar su vida a mejorar la salud de la demás gente. Pero no se trata de sólo un sueño, para este joven estudiante del Plantel 16 del Colegio de Bachilleres, se trata de un proyecto que pudo iniciar gracias a que eligió la capacitación de Laboratorio Clínico, la cual le permite iniciarse en el mundo de la medicina.

Junto con sus compañeros de clase, Tomás aprende no sólo de la literatura que puede incluir su programa académico, también asimila nuevos conocimientos gracias a las prácticas de laboratorio que realizan para diseccionar corazones, hígados, riñones y pulmones de ganado que dona el Rastro Municipal a la escuela, y que les permite conocer con sus propios ojos la anatomía de estos órganos.

“Me parece genial ver la anatomía del cuerpo, ver cómo funcionan los órganos”, dice  Tomás, alumno del grupo 506 en el Plantel 16, ubicado en la Ciudad del Conocimiento de Juárez y que cuenta con modernas instalaciones para impartir la capacitación de Laboratorio Clínico y otras  más que forman parte del Sistema Nacional de Bachillerato, el cual ha orientado sus programas hacia el desarrollo de competencias que permitan al estudiante integrarse a la vida económica o bien, continuar con su preparación profesional.

Así, mientras Tomás estudia la preparatoria, también se prepara para egresar y en caso de decidirlo, trabajar como auxiliar en laboratorios clínicos, públicos y privados, ya que desde el aula se proporciona a los estudiantes los conocimientos, habilidades y destrezas necesarios para que se realicen correctamente estudios de laboratorio que apoyen el diagnóstico médico, basándose en las Normas Oficiales Mexicanas e Internacionales de competencia laboral (CONOCER).

“El Colegio de Bachilleres atiende día a día los planes académicos marcados tanto por el Sistema Nacional de Bachillerato como por nuestro Gobernador, César Duarte Jáquez, para brindar las herramientas que le permitan a nuestros egresados continuar aprendiendo a lo largo de la vida”, afirma Miguel Primo Armendáriz Sonza, Director General del COBACH, quien sostiene que cada vez más estudiantes salen mejor preparados para desarrollarse social, laboral y personalmente, desde la posición de la sustentabilidad y el humanismo.